Radio UNAM Podcast:Revista

Podcast Radio UNAM

Serie: Revista

Audio: 504 REV Cetaceos Sufren Ruido

Ficha técnica
Descripción
Institución productora Radio UNAM
Género radiofónico Producción en formato corto
Resumen
Producción Isela Villela
Contenido Las ondas sonoras emitidas por las ballenas rebotan en los objetos circundantes y estos regresan para ser oídos por la ballena. Su cerebro analiza el eco y, con la información que obtiene, ésta puede ubicarse en la zona en la que está, comunicarse con otros miembros de su especie o localizar y cazar a sus presas. Esto es aún más complicado de lo que suena, pues las ballenas deben aprender a ignorar los sonidos del océano que no les interesan; algunos de ellos son de origen natural, como los movimientos sísmicos, la lluvia y los demás peces. Pero otros de esos sonidos son distractores, y son llamados antropogénicos al ser generados por la acción humana. Estos sonidos son responsables de enfermedades, desorientación, e incluso, los terribles encallamientos de ballenas. Los seres humanos tenemos un límite de las frecuencias que escuchamos de, máximo, 20 mil hertz, mientras que los cetáceos con dientes tienen un intervalo que va de los 200 a los 100 mil hertz, y algunas especies alcanzan los 200 mil. Las ballenas barbadas perciben sonidos desde 20 hertz hasta los 30 mil, y se cree que algunas de las especies más grandes, como la ballena azul, captan frecuencias infrasónicas de hasta 10 hertz. A partir de estos datos, podemos darnos cuenta que la mayor contaminación auditiva para los cetáceos proviene de la acción humana y la principal de ellas es el transporte marítimo. El batir de las hélices y el golpe del agua contra el casco de un barco causan un retumbar de entre 5 y 500 hertz; las lanchas de pesca, embarcaciones de recreo, yates y otras de tamańo pequeńo llegan a emitir frecuencias de hasta 1,200 hertz. En la búsqueda de pretróleo se emplean pistolas de aire comprimido que provocan un fuerte estampido, el cual penetra en la capas inferiores de la corteza terrestre y también rebota en el lecho oceánico. Y no olvidemos las distintas explosiones que aún se realizan en el mar para hacer investigación marina. Al igual que nosotros, las ballenas pueden sufir dańos f'ísicos si se exponen a sonidos muy fuertes. Cuando estos superan los 750 hertz, se producen burbujas en la sangre y otros fluidos corporales. Así es como se provocó la embolia en la ballenas. żNo se están tomando acciones para reducir el ruido en el océano? Sí, se han delimitado zonas de seguridad para los cetáceos o los sonares se apagan cuandos se detecta que están cerca. El problema es que el territorio es tan amplio y las prácticas tan variables que, una vez más, la dificultad es coordinar a todos los seres humanos de distintas naciones para que el esfuerzo conjunto sea eficaz.
Conductores Juan Stack, María Sandoval
Duración 00:05:15